*sigo sin voz: díganle a Blas que suelte a la muñequita que hizo con los calzones que se me quedaron en su casa
Ignacio puede ser público para mis nudes, pero no tanto. o sea, bien que me aplauda el piluchismo cuando probablemente a fines de esta década todos tendrán fotos suyas desnudos dando vueltas por Internet. imágenes que pueden destrozar una carrera o, en el mejor de los casos, si las descubren cuando sea vieja y a alguien le llegan a importar, elevarte como una diosa de tiempos pasados, con las carnes apretadas y todo en su lugar
quiero ser esa vieja de 80 que pone las fotos de los penes de sus amantes en la sala, recibidos por años gracias a las cada vez mejores cámaras de los smartphones
porque es el porno lo que empuja a la tecnología: aprendimos a navegar en modo incógnito y memorizar urls para no dejar huellas. comenzamos a depilarnos "a la brasileña" porque en las porno todas son lampiñas, y los hombres se rasuraron la juguetería cuando empezaron a soñar con el sexo oral más allá de la punta del pene, ese que lleva a la lengua, la saliva y el lubricante hasta las antípodas del ano. un amigo me muestra la publicidad de MyCocos, le cuento a Blas y me dice "a todos los hombres les aparece en Instagram"
el chiste del jardinero se volvió transversal
mis bolitas chinas, imantadas, por supuesto, las compré en el Jumbo, con descuento. en el Líder ponen el Bentley al lado de las cremas. la publicidad de Japijane es cada vez más vistosa, cuando antes era un departamento piola en el que había que llamar por citofono para entrar
probablemente cada chica de mi generación tiene un vibrador, si de 30 lucas hacia arriba se consigue lo que ningún, o muy pocos, hombres son capaces de hacer, sin necesidad de comprensión, esperar llamadas ni andar mirando Instagram para determinar cuándo y con quién te pusieron la corona con cuernos
si todos tenemos este tipo de recuerdos, sumados a que la generación de nuestras madres fue la que vivió la masificación de la píldora, el comienzo de los anovulatorios y nosotras ya sólo llevamos un parche hormonal que nos hace ciudadanas de este siglo: qué importan un par de fotos pilucha?
puta, sí
al menos en una sociedad a puertas cerradas, donde sólo en ciertas zonas se puede hacer campaña por el free the niple, cuando ya hay estudios suficientes para saber que el sostén es una pura hueá, tal como lo fue el corsé
la industria gana plata con la mitad del mundo que gana menos plata
necesito esa plata
no sé si Ignacio es mi target, otro universitario igual que yo
-hola, Andy -escribo a un empresario web